“Esto es un poco… digamos sensible”. Así partió la Oficina del Sheriff del Condado de Highlands la descripción de uno de los casos más extraños que les ha tocado enfrentar cuando contó la historia en su página de Facebook.
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El domingo, justo antes de medianoche, recibieron una llamada desde la ciudad de Sebring, Florida, y lo que esperaban que fuera una “visita de rutina” terminó en un suceso que “definitivamente quedara en la memoria por algún tiempo”.
Gary Van Ryswyk, de 74 años, salió a abrir la puerta y le dijo al oficial que acababa de “castrara a un hombre”.
Al entrar a una de las habitaciones, los agentes encontraron a un sujeto acostado en una cama, con una toalla sobre la ingle y sangre por todas partes.
Cerca de él, en un contenedor, había “dos partes del cuerpo que recientemente habían estado mucho más cerca de la víctima”.
La “víctima” fue trasladada hasta el centro asistencial más cercano y luego derivada en avión a otro hospital donde se encuentra en condición estable.
Van Ryswyk aseguró que había conocido al sujeto en la “internet oscura” en un sitio para personas con “ fetiches de castración” y él le aseguró que tenía “experiencia” con animales y que incluso se había quitado uno de sus testículos el año 2012.
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El hombre de 74 años fue detenido y se le formularon cargos por “practicar la medicina sin licencia” y provocar “lesiones corporales graves».
Actualmente se encuentra en la cárcel con una fianza de 250 mil dólares.