Una jueza sentenció a un hombre de Oklahoma a cadena perpetua más 150 años de prisión por ocultar cámaras en casas a fin de captar imágenes de niñas, y declaró que habría ordenado castrarlo si la ley lo permitiera.
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Ryan Aaron Alden se declaró culpable en junio de 28 delitos graves, entre ellos generación de pornografía infantil, posesión agravada de material obsceno que implica a menores y utilización de equipo de video en forma clandestina.
“Estamos aquí debido a las acciones que usted y sólo usted hizo”, dijo la jueza de distrito del condado Oklahoma, Amy Palumbo, a Alden, de 39 años, durante la audiencia del miércoles en la que dictó sentencia. “La devastación que usted causó a estas familias quizá jamás será conocida”.
“Si la ley me permitiera que lo castraran, yo lo habría ordenado, porque creo que eso comenzaría a resolver su problema”, afirmó Palumbo.
Según la fiscalía, Alden ocultó cámaras en las recámaras, baños y clósets en cuatro casas de Oklahoma donde había hecho trabajo de electricidad. La policía dijo haber encontrado pornografía infantil en cinco computadoras y dos teléfonos de Alden.
Alden también fue acusado de tomar en secreto fotografías a chicas en gimnasios, escuelas, vestidores en centros comerciales y tiendas, según el Oklahoman.
La investigación comenzó en octubre de 2018, dijo la fiscal federal adjunta Merydith Easter. En aquella ocasión, todavía restaban dos cámaras escondidas en respiraderos.
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Durante la audiencia de dos horas, un padre dijo que tardó varios días en comprender lo sucedido a sus hijas.
“El día que descubrimos lo que le hizo a nuestras niñas, no podía respirar”, señaló el padre. “Nuestras hijas estaban confundidas, tenían miedo, estaban avergonzadas. No supimos cómo protegerlas”.
El abogado defensor de Alden, Chris Sloan, dijo que aunque lo hecho por su cliente estuvo mal, sus acciones no ameritaban pasar el resto de su vida en prisión porque no tocó a ninguna de las menores.