Las ballenas son uno de los mamíferos más grandes que existen en el planeta, pero también uno de los más explotados. Por eso se han hecho varios esfuerzos para proteger a estos animales marinos, víctimas de la caza comercial y de algunos extraños y sangrientos rituales, como el que aún se realiza en las Islas Feroe, en el Atlántico Norte.
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Es que los habitantes del archipiélago a solo 230 millas al noroeste de Escocia continental, anualmente aniquilan cerca de 850 pequeños cetáceos, principalmente ballenas piloto de aletas largas y delfines del Atlántico blanco en cacerías llamadas grindadrapp en feroés.
La «rutina», como se suele llamar a las cacerías, puede ocurrir en cualquier momento en cualquiera de las 26 bahías de exterminio designadas alrededor de las islas, y la mayoría de las cacerías se producen estadísticamente entre julio y septiembre.
Este año, la organización Sea Shepard UK, compartió imágenes del cruel ataque que muestran como casi un centenar de estos animales fue brutalmente atacado, en una cacería de cinco horas.
El hecho se llevó a cabo en la playa de Vestmanna, donde la matanza «involucró a más de cinco horas de barcos feroés hostigando y persiguiendo la manada», dijo Sea Shepard.
98 pilot whales were killed in today's grindadrap at Vestmanna- including 4 calves and at least 5 pregnant whales.
Footage is posted on our Facebook page.
Read more about our campaign at: https://t.co/K6gBUW6d9w #OpBloodyFjords #FaroeIslands #Whaling #Dolphins #Grindadrap pic.twitter.com/c4i18iiIYo
— Sea Shepherd UK (@seashepherd_uk) August 27, 2019
Exterminio brutal
El grindadrap, a diferencia de la mayoría de las cacerías reguladas, no tiene temporada, ni cuota, y los feroés rara vez autorizan una cacería cuando se detecta una manada, a menos que el clima o las condiciones del mar sean demasiado peligrosas para sus embarcaciones.
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La matranza es sin piedad y los habitantes de la isla atacan y asesinan a todos los miembros de la cápsula incluidas las madres embarazadas, los juveniles y los bebés destetados.
Para acorralar a los animales usan botes deportivos, de pesca, motos acuáticas y cualquier otra embarcación que tengan disponible, utilizando una «pared de «sonido» desde los motores de sus botes para dirigirlos a la bahía de exterminio designada más cercana.
Cabe mencionar que los calderones o ballenas piloto (Globicephala) están en un estado de conservación indeterminado, aunque son objeto de caza directa y captura incidental.