Eran las 22.30 horas de este lunes cuando la policía de Alabama recibió una llamada. Al otro lado de la “línea” se podía escuchar a un menor de edad, el que un poco asustado, les decía que había un tiroteo en su casa en Elkmont.
PUBLICIDAD
Agregó que estaba en el sótano y que había escuchado “disparos arriba”, por lo que de inmediato se realizó un procedimiento.
Cuando llegaron al lugar, los agentes se encontraron con un baño de sangre, con tres personas muertas y dos en estado crítico, las que fallecieron horas después en el hospital.
A las 3 de la madrugada, el crimen que asomaba como todo un enigma se “resolvió” con una rapidez pocas veces vista, ya que el sheriff del condado informaba que el menor que había llamado, un niño de 14 años, les confesó que había matado a su padre, su madrastra y a tres de sus hermanos, señala CNN.
“Todavía estamos en estado de shock”, dijo Karen Erwin, una vecina que todavía no puede creer lo que sucedió a pasos de su hogar.
La mujer aseguró que la familia eran conocida en la comunidad, que eran “buenas personas” y por lo mismo el crimen los había destrozado a todos.
Según al.com, el niño, tras la confesión, ayudó a la policía a encontrar la pistola 9 mm con la que cometió los asesinatos y también entregó datos en varios puntos de la investigación.
El menor, cuya identidad no ha sido entregada, se encuentra detenido en una institución infantil que no se dio a conocer y aún no se ha determinado si será juzgado como adulto.