Con quemaduras graves en el 35% de su cuerpo resultó el niño de 8 años identificado como Kyrylo Yatsun, luego que un grupo de compañeros lo rociara con gasolina y le prendiera fuego mientras jugaba fuera de su casa en la localidad ucraniana de Dnipro.
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De acuerdo con el relato de testigos, los otros menores se acercaron a Kyrylo y le rociaron el combustible en su camiseta. Luego, con un mechero le prendieron fuego, mientras veían como el fuego se expandía por su cuerpo.
En medio de la desesperación, el niño se tiró al suelo gritando, mientras sus atacantes escapaban del lugar. Algunos transeúntes lo ayudaron y llamaron a los servicios de urgencia.
Camisa en llamas
Los testigos lograron apagar la polera del menor antes del arribo de la ambulancia, que lo trasladó en estado crítico al registro asistencial más cercano, donde se encuentra fuera de riesgo vital, aunque en estado crítico.
Los médicos ya han sometido al menor -en los diez días que lleva internado- a varias cirugías para retirar la piel dañada de sus manos, brazos, torso y cadera.
«Hacemos todo lo posible para mantenerlo con vida. Está cosnciente y puede hablar, pero tiene quemaduras graves y aún no está fuera de peligr», dijo a los medios locales uno de sus médicos tratantes.
Sobre el ataque, la madre de Kyrylo, Eugenia Yatsun detalló que «estaba haciendo la comida en casa cuando unos niños entraron y me dijeron que Kyrylo estaba herido».
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«Salí fuera y ví a mi hijo en el suelo tumbado. La piel de su ombligo y sus piernas estaba totalmente quemada», dijo, asegurando que quienes le hicieron eso a su hijo «no son niños, son monstruos».
La policía confirmó que ya identificó a los atacantes del niño, los que fueron interrogados. «Los sospechosos aseguran que no querían prender fuego a la víctima y que fue un accidente», reveló la portavoz de la policía Anna Starchevskaya, aunque señaló que la investigación sigue en curso.
