Sun Yi Kwon, de 81 años, caminaba tranquilamente por Richmond, California. Era enero del 2012 y caminaba por la calle, cuando tras una confusa sucesión de hechos, la mujer murió.
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La arrastraron a un lote de llantas fuera del camino, la violaron, la golpearon y luego la dejaron muerta hasta que los empleados la encontraron varias horas más tarde, según el informe de Mercury News. El principal sospechoso es Johathan Jackson, de 39 años.
Necrofilia
Según declaraciones de abogados del pasado viernes, la defensa acudirá a un nuevo testimonio. La nueva hipótesis se basaría en que Know fue asaltada y violada por un sujeto diferente. Sin embargo la explicación para que el ADN de Jackson estuviera involucrado es un tanto extraña.
«Dejó que su excitación se apoderara de él”, aseguró Evan Kuluk, quien defiende a Jackson en tribunales. El acusado se habría masturbado sobre el cuerpo de la víctima, cuando estaba “aparentemente” muerta. También la habría “tocado de manera inapropiada”.
Pero Kwon se habría movido cuando el acto acabó. Lo que habría provocado que Jackson huyera de la escena.
No estaba muerta
Y ciertamente no estaba muerta. La adulta mayor, tras la barbarie que pasó, quedó en estado de coma. Este duró semanas y posteriormente se mantuvo en rehabilitación. Pero seis meses después, el episodio superó a su cuerpo.
A través del abogado, Jackson expresó estar “lleno de culpa y vergüenza” y saber que “lo que hizo no está bien”. Este lunes continuará el juicio que determinará la culpabilidad.