Es un curso de agua vital para el traslado de suministros hacia la costa ártica de Yakutia, en Siberia, antes de la llegada del invierno, pero este año el calor y posiblemente los efectos del calentamiento global lo han impedido.
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Todo porque el río Lena, en Yakutsk, se transformó en un desierto.
Y aunque es habitual que el cauce descienda al menos dos veces al año, el nivel al que ha llegado estos días es preocupante para las autoridades de Siberia.
El problema no solo afecta a los habitantes de la zona, sino que a una de las principales minas de diamantes, ya que no se ha podido abastecer de combustible y hacerlo por vía aérea es mucho más complejo.
Bancos de arena a la vista
En un video realizado por la cadena de noticas local NewsYKT se aprecia la compleja situación que afecta a las más de 280 mil personas que habitan Yakutsk.
El registro muestra como el agua prácticamente ha desaparecido dejando sólo arena e incluso automóviles han empezado a circular por el lugar, para trasladarse.
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