Tienen la «capacidad de trabajo del Labrador y el pelaje del caniche” según las propias palabras de su creador. Sin embargo, para Wally Conron, los tiernos «labradoodle» fueron una muy mala idea.
PUBLICIDAD
Todo comenzó hace al menos tres décadas, cuando Conron trabajaba en la Asociación Real de Perros Guía de Australia y recibieron la solicitud para entrenar un perro de asistencia para una mujer no vidente de Hawai que vivía junto a su esposo alérgico a los animales.
“Quería saber si podríamos encontrar un perro que pudiera usar como perro guía y para su esposo alérgico”, explicó el creador del animal al podcast de ABC News de Australia.
En su entrevista, el hombre recordó que pensaron que un caniche funcionaría bien con los requerimientos de la pareja, sin embargo, ese tipo de perros no tenía el carácter necesario para entrenarlo como perro guía. Por eso ideó la cruza de ambas razas.
Y así fue como finalmente en 1989 le presentó a su jefe las primeras tres camadas de labradoodles, hecho del que ahora se lamenta.
Todos quieren uno
Cuando entregaron al animal para la señora de Hawai, la organización enfrentó una serie de problemas para ubicar a los otros cachorros de la camada, por lo que pidieron ayuda en los medios. “Dije:‘ ¿Puedes entrar en los medios y decirles que hemos criado una raza especial? Una raza llamada labradoodle, no es alergénica”, recordó Conron.
Una medida que cambió las cosas, porque las solicitudes comenzaron a llover y la popularidad del animal se fue a las nubes. Pero para su creador, se tansformó en un problema.
PUBLICIDAD
“En ese momento no me importaba cómo se veían, y seamos sinceros, la persona ciega no podía verlos de todos modos. Por qué la gente quiere criarlos, no lo sé”, dijo. “Me di cuenta de lo que había hecho en cuestión de días”, agregó en la entrevista.
“Y fui a nuestro gran jefe en ese momento y le dije: Mira, he creado un monstruo. Necesitamos hacer algo al respecto para controlarlo. Necesitamos poner una patente sobre el nombre para evitar que la gente se suba al carro”, recordó.
La molestia de Conron se debe a las «personas poco éticas y despiadadas». «Criar estos perros y venderlos por mucho dinero, es mi gran pesar”, sentenció.