Los días 24 y 26 de septiembre dos temblores de 4,7 y 5,7 respectivamente, los cuales fueron localizados bajo el Mar de Mármara a unos 70 kilómetros de Estambul en Turquía, prendieron la alerta en los expertos que llevan años advirtiendo un eventual y devastador terremoto que podría afectar a la citada urbe.
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Según informa el diario alemán Spiegel, los dos movimientos telúricos dejaron una treintena de heridos en la ciudad turca más grande, la cual justamente está ubicada sobre la llamada Falla de Anatolia del Norte, considerada una de las fallas geológicas más peligrosas del mundo.
El último registro de un terremoto en la zona fue en la localidad de Izmit en 1999, dejando un saldo de 17 mil víctimas fatales. Mientras que en el área debajo del Mar de Mármara, acorde al medio, no cuenta con un sismo de alta intensidad en al menos 250 años.
Ante esto los expertos volvieron a centrar sus miradas en la citada falla. «Estamos observando los eventos muy de cerca», señaló al respecto Marco Bohnhoff del Centro de Investigación de Geociencias de Alemania (GFZ) en Potsdam.
De acuerdo al GFZ, la Falla de Anatolia del Norte se extiende desde el este de Anatolia sobre la costa del Mar Negro, el Mar de Mármara hasta el Egeo del Norte.
Cabe mencionar que un estudio publicado en julio de este año por investigadores del Centro Geomar Helmholtz para la Investigación del Océano en Kiel analizaron el límite de la placa bajo el Mar de Mármara con más detalle.
Al respecto dieron a conocer dos posibles teorías: podría existir un terremoto de una magnitud de entre 7,1 y 7,4 o bien, que la energía acumulada se descargue en varios temblores de menor intensidad.
Cabe recordar eso sí que pese a los estudios y advertencias, los científicos recalcaron que era imposible predecir cuándo y cómo se liberarán las placas de su posición actual.