Se imaginan que por algún motivo, igual que en la película Jurassic Park, alguien decidiera clonar un dinosaurios y recrear varias de estas criaturas sólo con el fin de estudiarlas, pero todo se saliera de control y termináramos con un grupo de Tiranosaurios Rex caminando por el mundo.
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Sería terrible, pero más, luego de los resultados de un estudio de paleontólogos de la Facultad de Medicina de Missouri (EE.UU.) quienes aseguraron en un artículo en la revista Anatomical Record, que si estos animales vivieran en la actualidad, sólo de una mordida podrían destruir uno de nuestros modernos vehículos.
Es que de acuerdo al trabajo, el mordisco de esta especie era tan potente que aplicaba seis toneladas de presión, lo que permitía a la bestia del Cretácico machacar los huesos de sus víctimas como si fueran un crujiente de galleta.
Otras dudas
La investigación surgió luego que los paleontólogos se preguntaran, cómo era posible que el tiranosaurio, con toda la fuerza que tenía en su mordida no terminaba con el cráneo destruido después de apretar la mandíbula.
Antes de este estudio, los científicos consideraban que el cráneo de estos animales -de casi dos metros de largo y metro y medio de ancho- era similar al de sus parientes modernos.
Para ello, el equipo realizó una combinación de imágenes, anatomía e ingeniería con los que crearon modelos para medir cómo la fuerza de la mordida podría haber afectado a los huesos en el cráneo del animal extinto.
En los resultados, los paleontólogos descubrieron que el paladar del T.rex tensionaba la masticación, por lo que finalmente y tras varios análisis, lograron establecer que la única manera en que el tiranosaurio tuviera una mordida tan feroz era por un cráneo rígido, similar al que en la actualidad poseen las hienas y los cocodrilos.