Miles de veces han comparado los desérticos terrenos del desierto de Atacama, con los inhóspitos terrenos de Marte, por eso no es extraño que la NASA haya elegido este trozo de Chile para hacer pruebas a las naves que envía a recorrer el planeta rojo.
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En esa línea, es que una vez más investigadores de la agencia espacial de EEUU eligieron el desierto no polar más árido de la Tierra para probar el primer robot que podría buscar vida en las profundidades de Marte.
En el pasado, los vehículos exploradores escasamente han excavado pulgadas en los suelos oxidados del planeta rojo, por eso ahora la NASA está ahora probando un taladro capaz de taladrar hasta una profundidad de pies y de operar autónomamente con una mínima orientación humana.
Todo con la idea de perforar tan por debajo de la dura superficie marciana, lo que podría revelar un mundo nunca antes visto, donde los científicos creen que hay una posibilidad de vida.
Un mes clave
De esta manera, durante octubre la NASA estará poniendo a prueba ese taladro en Chile. El taladro, desarrollado en colaboración con la empresa Honeybee Robotics, está conectado a un vehículo de exploración robótica, o rover, que transporta un conjunto de instrumentos. Estas herramientas pueden analizar las muestras de suelo recolectadas por el rover y descubrir registros biológicos potenciales de vida microbiana.
El proyecto, denominado Estudios de Perforación Robótica para Astrobiología en Atacama (ARADS por sus siglas en inglés), es una importante demostración del compromiso de la NASA para llevar este tipo de tecnologías a Marte en otras misiones más allá de la próxima misión: “Marte 2020”.
“El proyecto ARADS consiste en preparar a la NASA para buscar vida en Marte,” expresó Brian Glass, investigador principal del programa ARADS en el Centro de Investigación Ames de la NASA en Silicon Valley, California. “Desarrollar los instrumentos científicos y la robótica necesaria es una gran parte del proyecto, y también lo es averiguar cómo dirigiremos la misión. La mejor forma de lograrlo es hacer pruebas aquí en la Tierra”.
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Perforación manos libres
Al igual que un taladro manual puede quedarse atascado cuando perfora, también le podría pasar a un taladro operando en otro planeta. A ello se suma que las bajas temperaturas podrían hacer que el taladro se congelara en su lugar.
Dos motivos por los que un taladro atascado podría fácilmente significar el final de una misión cuando los humanos más cercanos están a millones de millas de distancia, por eso para los ejercicios de Marte, la autonomía no es solo una característica, es un requisito.
El próximo vehículo de exploración robótica de la misión Marte 2020 usará un taladro diferente con similares capacidades autónomas pero que no necesitará ser tan versátil para alcanzar su objetivo de profundidad, de tan solo un par de pulgadas. Al cavar 20 veces más profundo, como lo hará el taladro ARADS, trabajar de forma independiente es esencial.
«Lo excepcional de este taladro es que puede llevarte del suelo a los datos, todo por su cuenta», informó Thomas Stucky, líder de desarrollo del software para manejo de muestras del taladro ARADS. “Todo lo que los científicos tienen que hacer es indicar al rover donde necesita cavar y decirle al taladro cuán profundo debe llegar, y el taladro se encargará del resto”.