A los policías de la zona norte de Sao Paulo les costaba convencerse de lo que estaban escuchando luego de oír a un niño de 12 años que había llegado hasta una delegación con sus padres.
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El menor confesó que había matado a una pequeña de 9 años con autismo que vivía en su misma calle en el barrio de Morro Doce.
La pequeña, identificada como Raíssa Eloá Caparelli Dadona, había desaparecido el domingo cuando se encontraba en una fiesta con su mamá y su hermano, señala G1.
Según palabras de su madre, estaba junto a su hija cuando fue a buscar un paquete de cabritas para comer y cuando volvió no había rastros de la niña.
La policía aseguró que el niño presentó declaraciones contradictorias, pero finalmente en la madrugada del día martes contó cómo se fueron sucediendo los hechos.
En un primer momento, el menor le dijo a su mamá que él la había matado, pero luego involucró a un “hombre en una bicicleta verde” cuando llegaron a la estación de policía, y afirmó que lo había amenazado con un cuchillo. Finalmente, reconoció que cometió solo el homicidio.
Las cámaras de seguridad muestran al niño caminando de la mano de Raíssa camino al parque donde la asesinó y el menor dijo que tras jugar un poco con ella comenzó a atacar a la niña.
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Admitió que la había golpeado con una rama de un árbol y que luego la colgó de otro. Además, los forenses encontraron lesiones que “pueden ser compatibles” con un ataque sexual.
Luiz de Aguiar Marturano, jefe de la 5ta. Estación de Policía, dijo que el menor no les había entregado pistas sobre la motivación que habría tenido para cometer el crimen y que durante su testimonio no mostró signos de tristeza o arrepentimiento, indica UOL.
El niño se encuentra detenido en dependencias de servicios de infancia y la investigación continúa a la espera de los resultados de la autopsia.