Un grupo de investigadores australianos descubrió que Andrómeda se devoró al menos a otras dos galaxias y podría tener en la mira a su próxima víctima: la Vía Láctea.
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Según publicó la revista Nature, los científicos indicaron que «la Vía Láctea está en curso de colisión con Andrómeda en unos 4 mil millones de años. Por lo tanto, saber a qué tipo de monstruo se enfrenta nuestra galaxia es útil para descubrir el destino final de la Vía Láctea».
Andrómeda se encuentra a unos 2,5 millones de años luz, tiene unos 10 mil millones de años de existencia y de acuerdo al Dr. Dougal Mackey de la Universidad Nacional de Australia, «tiene un halo estelar mucho más grande y complejo que la Vía Láctea, lo que indica que ha canibalizado muchas más galaxias, posiblemente más grandes».
Los expertos analizaron restos de estrellas conocidas como cúmulos globulares, lo que permitió observar «fósiles de galaxias muertas hace mucho tiempo», las cuales fuerion víctimas de Andrómeda.
«Al rastrear los restos débiles de estas galaxias más pequeñas con cúmulos estelares incrustados, hemos podido recrear la forma en que Andrómeda los atrajo y finalmente los envolvió en los diferentes momentos», señaló Mackey.
El académico del Instituto de Astronomía de Sydney y la Facultad de Física de la Universidad de Sydney, Geraint Lewis, afirmó que «esto es muy extraño y sugiere que las comidas extragalácticas se alimentan de lo que se conoce como la ‘red cósmica’ de materia que enhebra el universo».
Por último, los astrónomos manifestaron su esperanza a que el descubrimiento les permita poder aprender más sobre la Vía Láctea.
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«Una de nuestras principales motivaciones al estudiar astronomía es comprender nuestro lugar en el Universo. Una forma de aprender sobre nuestra galaxia es estudiar otras que son similares a ella y tratar de comprender cómo se formaron y evolucionaron estos sistemas», remataron.