«Aproximadamente el 20% de las lesiones traumáticas de la médula espinal cervical resultan en tetraplejia», dice la primera idea del estudio publicado en la revista The Lancet Neurology, en que se da a conocer el impresionante resultado de una herramienta que podría ayudar a estas personas a volver a caminar.
PUBLICIDAD
La mayor novedad del exoesqueleto que ha deslumbrado al mundo, es que los investigadores del Hospital Universitario de Grenoble en Francia lograron conectarlo con las señales cerebrales de Thibault, el paciente de 28 años que fue el primero en usar la máquina.
Pero cómo funciona esta «protesis». Los médicos reclutaron a dos pacientes del centro hospitalario con varios criterios de exclusión entre los que se contaban la edad, entre 18 y 45 años, la estabilidad de los déficits neurológicos, la necesidad de movilidad adicional expresada por el paciente, el monitoreo ambulatorio u hospitalizado, el registro en el sistema de seguridad social francés y el consentimiento informado firmado.
A ello se sumaron como criterios de exclusión una cirugía cerebral previa, tratamientos anticoagulantes, secuelas neuropsicológicas, depresión, dependencia o uso indebido de sustancias y contraindicaciones para la magnetoencefalografía (MEG), EEG o MRI.
Después del análisis, finalmente se eligió al hombre de 28 años que tenía tetraplejia después de una lesión de la médula espinal C4-C5.
A Thibault se le implantaron dos registradores epidurales inalámbricos bilaterales, cada uno con 64 electrodos, sobre las áreas sensitivomotoras de la extremidad superior del cerebro, las que sec procesaron en línea para poder crear un algoritmo de decodificación adaptativa que le permitiera mover el exoesqueleto con su mente.
«Una nueva oportunidad»
Y aunque el exoesqueleto está lejos de ser fabricado de manera masiva, el paciente que se sometió al estudio señaló a los medios internacionales que ser seleccionado para las pruebas le dio «una nueva oprtunidad».
PUBLICIDAD
El joven había resultados con la lesión espinal después de caer desde 12 metros de altura de un balcón, accidente que le produjo un corte en la médula espinal que lo dejó paralizado desde los hombros hacia abajo.
«Cuando estás en mi posición, cuando no puedes hacer nada con tu cuerpo … quería hacer algo con mi cerebro», dijo el joven, según reproduce The Guardian.
Para lograr hacer funcionar el exoesqueleto Thibault debió aprender nuevamente los movimientos naturales desde cero. «No puedo ir a casa mañana en mi exoesqueleto, pero he llegado a un punto en el que puedo caminar. Camino cuando quiero y me detengo cuando quiero ”, relató sobre la experiencia.