La escena podría haber sido así, uno de nuestros antepasados, mezclando raíces, tierra y algún líquido, para crear una pasta que le permitiera expresar con dibujos lo que pasaba por el planeta hace más de 43 mil 900 años.
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Y aunque nunca sabremos como en realidad sucedió, lo que si sabemos gracias a un grupo de arqueólogos de la universidad australiana de Griffith, es que el registro encontrado en una cueva de Sulawesi en Indonesia, definitivamente es la historia más antigua que existe contada por un humano.
Los resultados del trabajo fueron publicados por los investigadores en la revista Nature, donde revelan que la pintura rupestre muestra un grupo de figuras humanas con características de animales, llamadas teriántropos, empleando lanzas y cuerdas para atrapar grandes mamíferos.
Capacidad de imaginar
De acuerdo con el artículo del grupo de arqueólogos, el descubrimiento revela que esta primera obra de arte figurativo del hombre moderno, es evidencia de la capacidad de los seres humanos de la capacidad de imaginarla existencia de seres sobrenaturales.
Lo que definitivamente puede dar luces de los origenes de la espiritualidad y la experiencia religiosa en la humanidad.
«Los humanos parecen tener una predisposición adaptativa para inventar, contar y consumir historias. El arte rupestre prehistórico proporciona la visión más directa que tenemos de la narración más temprana en forma de composiciones narrativas o ‘escenas’ que presentan representaciones figurativas claras de conjuntos de figuras en proximidad espacial entre sí , y de donde se pueden inferir acciones que tienen lugar entre las figuras», dice el artículo.