Arqueólogos en Egipto revelaron dos nuevas piezas antiguas: una inusual estatua de uno de los faraones más famosos del país y una diminuta esfinge antigua.
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El Ministerio de Antigüedades de Egipto anunció el hallazgo la semana pasada de una estatua de granito rosa del célebre gobernador Ramsés II, que describió como “uno de los descubrimientos arqueológicos más raros”.
Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, dijo que la estatua de 90 centímetros (3 pies) fue elaborada en un estilo que los antiguos egipcios utilizaban para retratar y capturar la naturaleza esencial de un individuo, y que era la primera estatua de esa clase que se encontraba fabricada en granito.
Una inscripción jeroglífica en la parte trasera decía “toro fuerte”, una referencia a la “fortaleza y vitalidad” del rey, agregó.
La estatua cubierta de barro fue encontrada en la propiedad de un hombre arrestado a principios de mes por excavar ilegalmente cerca de las antiguas pirámides de Giza, según el comunicado del Ministerio. No especificó cómo la estatua llegó a la propiedad del hombre.
Durante el fin de semana, los arqueólogos egipcios también desenterraron una esfinge diminuta de caliza de una zanja en la provincia desierta sureña de Minya. Con unos 30 centímetros (1 pie) de altura, la estatua no se compara con la Gran Esfinge de las pirámides de Giza, pero el ministerio dijo que su rostro finamente tallado, que parecía estar bien preservado, reflejaba una impresionante habilidad artística y atención al detalle.
Con frecuencia, Egipto anuncia sus descubrimientos arqueológicos con la esperanza de estimular una vital industria turística que ha sufrido por la agitación política tras el levantamiento popular de 2011 que derrocó al autócrata Hosni Mubarak.