Si eres de las personas que aman el fitness y entrenas todo el año, tal vez si lees el nombre de Kirk Myers, lo conozcas. Es que el creador de Dogpoun, un exclusivo recinto en la ciudad de Nueva York, tiene de todo, además de ejercicios.
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El «entrenador» nació en marzo de 1979 en la localidad de Blue Springs, en Missouri, donde pasó su adolescencia sufriendo bullying por su estado físico. Hasta los 20 años su dieta estaba basada en la típica comida chatarra que abunda en EEUU, hasta que una crisis cardiaca se transformó en un llamado de atención para su vida.
Fue en ese punto en que se transformó en personal trainer tras bajar 60 kilos en solo dos años.
Pero como en todas las historias inspiradoras algo más debía pasar. Y en este caso fueron las drogas y el alcohol los arruinaron una vez más la vida de Myers.
Y casi como una película, el entrenador volvió a salir a flote gracias a su familia y se fue a buscar la vida a Nueva York.
De drogadicto a magnate del deporte
Una vez en la que ha sido calificada como la capital del mundo, Myers buscó un lugar para abrir su gimnasio, y ayudar a otros a superar cualquier problema que pudiera surgir en sus vidas.
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Y ahí en Tribeca, uno de los barrios de moda instaló Dogpound, que literalmente se traduce como «la perrera».
Nadie sabe porque, su recinto se transformó en el lugar de moda y con ello empezaron a llegar modelos de Victoria Secret y varios famosos como Hugh Jackman a hacer burpees o levantar neumáticos para fortalecer sus cuerpos.
El recinto, ahora es uno de los más cotizados de la ciudad y sólo una clase personalizada tiene un costo de US$200 -casi $150- los que suben hasta cinco veces si la sesión es realizada por el mismo Myers.
