Una familia de Sunshine Coast en el sur de Queensland, Australia, hizo un terrible descubrimiento luego de encontrar una pitón de más de dos metros en el jardín de su casa.
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El cazador de serpientes Stuart McKenzie fue llamado por una mujer que dijo que había encontrado a la serpiente y no sabían qué hacer.
Cuando llegó al lugar, McKenzie se dio cuenta que la pitón había comido, porque era evidente su “estómago abultado”, y temió lo “peor”.
“Era demasiado grande para ser una zarigüeya y estaba 95 % seguro de que era un gato”, escribió en su página de Facebook.
McKenzie llevó la serpiente hasta un veterinario, ahí escanearon un microchip y comprobaron que la presa era “la mascota de una familia”.
Tras ello contactaron a la dueña del gato y tras conocer la noticia sus hijos quedaron “devastados”.
Según la mujer, el gato salía durante el día y paseaba por el barrio, pero lamentablemente se encontró con la pitón y terminó devorado a sólo unas cuadras de su casa.