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¿Por qué los gatos siempre caen de pie? El misterio que todavía no logran resolver los científicos

Desde 1700 que existen registros de expertos que buscan responder dicha interrogante.

¿Por qué los gatos siempre caen de pie? A simple vista, pareciera que existe una razón por lo cual acontece esto. Sin embargo, todavía sigue siendo un misterio para los científicos.

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Desde 1700 que este hecho es estudiado, acorde a lo consignado por la BBC. Antoine Parent, un experto francés, quería «investigar cómo los objetos pesados se mueven y giran mientras llegan a una posición de equilibrio», por lo que llegó a analizar a los felinos.

De acuerdo al medio, el científico «sugirió que, al igual que un objeto pesado podría volcarse con el lado pesado hacia abajo en el agua debido al choque de la gravedad y una fuerza de flotación hacia arriba, un gato en caída libre podría ajustar su columna vertebral para voltearse, moviendo su centro de gravedad sobre el centro de flotabilidad».

Sin embargo, esto fue descartado posteriormente debido a que «la flotabilidad del aire es demasiado débil para afectar a un gato durante la caída».

En 1800 siguieron las investigaciones, reconociéndose por ejemplo el principio de conservación del movimiento angular. De esta forma, los especialistas determinar que un gato simplemente no podía girar sobre sí mismo en caída libre una vez comienza a descender, por lo que concluyeron que dicho animal al momento en «que comienza a caer, debe empujarse hacia fuera de su cavidad para crear una rotación inicial que lo haga aterrizar sobre sus pies».

Pero a fines del siglo XIX dicha hipótesis fue derrumbada por el fisiólogo Etienne-Jules Marey, quien registró una secuencia de una caída de un gato, en donde se demuestra que el animal cae sin ninguna rotación, pero aún así lo hace de pie.

En 1935 en tanto, los fisiólogos holandeses G.G.J. Rademaker y J.W.G ter Braak presentaron un mecanismo en el cual un felino es capaz de enderezarse a sí mismo usando varias manipulaciones de su cuerpo.

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«Imaginaron al gato como fundamentalmente compuesto por dos cilindros, que representan las mitades delantera y trasera del felino. Si el gato se curva por la cintura, puede torcer las dos mitades de su cuerpo en direcciones opuestas, haciendo que sus momentos angulares opuestos se anulen en gran medida», detalló Gregory J. Gbur en su libro Falling Felines and Fundamental Physics.

Acorde a BBC, los expertos «se imaginaron al gato como si fuera dos cilindros. Si el gato se dobla por la cintura, puede torcer las dos mitades de su cuerpo en direcciones opuestas, haciendo que sus momentos angulares opuestos se cancelen en gran medida. Cuando se dobla, su cuerpo se orienta en una dirección diferente, a pesar de que el gato no tiene un momento angular fijo cuando comienza a caer».

Pese a capturar la esencia del movimiento, los científicos no lograron dar con todos los detalles de la caída de pie de los gatos, por lo que las indagaciones continuaron.

En ese punto, en 1960 la NASA se interesó en el tema ya que querían enseñar a los astronautas como girarse en ambientes flotantes, siendo analizado todo por ingenieros de la Universidad de Stanford. Mientras que en la actualidad la robótica también se encuentra investigando la acción de los felinos.

Incluso, se han creado varios prototipos de gatos robóticos, pero ninguno ha logrado imitar la caída en pie y todos los movimientos que hacen en dicha acción estos animales.

Por lo mismo, pese a que se han logrado avances, todavía sigue siendo un misterio captar en su totalidad cómo es que ocurre este fenómeno. «Los gatos son conocidos por ser guardianes de los secretos y su reflejo de enderezamiento sigue siendo un misterio para muchos científicos hasta el día de hoy», remata el medio.

 

 

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