Maëlle, una joven belga de 17 años, fue otra víctima del síndrome de shock tóxico (SCT), una afección que es asociada al uso de tampones; ya que la sangre que se acumula en un tampón, puede servir como un medio de cultivo para bacterias.
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Por otro lado, este síndrome comúnmente es confundido con una dolencia estomacal; ya que los síntomas varían entre: baja presión arterial, fiebre, vómitos, trastornos digestivos y renales.
La joven, a pesar de ingresar al hospital, no fue diagnosticada a tiempo e incluso se creyó que sufría una infección gastrointestinal. Sin el tratamiento correcto, la salud de la chica empeoró, y finalmente tuvo que ser trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Si bien ahí, pudieron diagnosticarle la enfermedad, ya era demasiado tarde, y dos días después, falleció.
Entre el 3 y el 4% de las usuarias de tampones, son portadoras de la cepa de estafilococos que causa este shock y, por lo tanto, se ven afectadas por este riesgo. Según una investigación de la Universidad de California, en Berkeley; esta enfermedad afecta a una de cada 100.000 personas, ya que tanto mujeres como hombres y niños de todas las edades, pueden sufrir esta afección.
Si bien el riesgo que tienes de desarrollar el SCT no es más alto que el de un hombre que jamás ha tenido la menstruación; de igual forma, se recomienda prevenir con un uso correcto de los tampones; como por ejemplo: cambiarlo entre 4-8 horas, nunca que sobrepase las 8 horas y no comprar super absorbentes.
Aunque se han registrado varios casos de muertes por tampones, a causa del síndrome de shock tóxico; uno de los más impactantes, y tal vez uno de los más importantes; fue el de la modelo Lauren Wasser, a quien en el año 2012 se le tuvo que amputar de una de sus piernas; y 6 años más tarde, tuvieron que amputarle la otra pierna. Actualmente dedica parte de su vida a compartir su historia para evitar que más casos como el suyo ocurran.