Dos ciudades chinas se encuentran en cuarentena luego del brote de coronavirus en la urbe de Wuhan, hecho que ha causado más de 400 casos y que ha cobrado la vida de 17 personas.
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Ante la preocupación que existe en las autoridades, los expertos comenzaron a investigar el origen de la enfermedad surgiendo dos teorías al respecto.
Un estudio elaborado por la revista Science China Life Sciences y que es patrocinado por la Academia China de Ciencias de Beijing, sugiere un probable papel del murciélago. Esto se basa en el examen de la secuencia del genoma del virus.
La investigación determinó que la nueva cepa del coronavirus está relacionada a una cepa que existe en los murciélagos.
Los especialistas indicaron que «el hecho de que los murciélagos sean los huéspedes nativos del Wuhan CoV (coronavirus) sería el razonamiento lógico y conveniente, aunque sigue siendo probable que haya huéspedes intermedios en la cascada de transmisión de murciélagos a humanos».
El huésped intermedio
El primer estudio indicó que podría existir un huésped intermedio en la cascada de transmisión de murciélagos a humanos, aunque no indicó cuál podría ser.
Pero un segundo trabajo publicado por la Journal of Medical Virology afirma que las serpientes podrían ser las eventuales responsables.
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«Para buscar un reservorio potencial de virus, hemos llevado a cabo un análisis exhaustivo de secuencias y comparaciones. Los resultados de nuestro análisis sugieren que la serpiente es el reservorio de animales de vida silvestre más probable», asevera el estudio.
El mercado de Wuhan
Las autoridades pusieron el ojo además en el mercado de alimentos que existe en la ciudad china de Wuhan, el lugar donde se originó la nueva cepa del coronavirus. Allí se venden diferentes tipos de animales, como zorros vivos, cachorros de lobo, serpientes y ratas.
Sobre el recinto, el editor del servicio chino de la BBC Howard Zhang detalló que «son mercados en los que se venden animales vivos, y puedes ver los pollos y gallinas en los puestos y los peces nadando en tanques de agua».
«Esto es porque la gente quiere tener productos frescos. Entonces, por ejemplo, compran un pollo y el vendedor lo sacrifica y lo despedaza allí en el puesto, y todos los desperdicios quedan esparcidos, con poca higiene y salubridad, lo que facilita la propagación de enfermedades», expresó.
«Se sospecha que en uno de estos mercados se originó el virus», remató.