El caso fue protagonizado por un alemán que reside actualmente en la zona de Quintela do Leirado en España. Vivió tres años con una loba como mascota, debido a que pensaba que era una perra.
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El medio español ABC señaló que el hombre llamado Michel había adoptado al animal creyendo que se trataba de una perra de raza lobo checo. El animal tenía los papeles en regla y contaba con chip identificador con esos datos.
Con el paso del tiempo los vecinos del alemán comenzaron a sospechar de las dimensiones y comportamientos de la perra, así que se comunicaron con el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) para atendiera el caso y determinara su origen.
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La institución logró llegar a la finca del alemán el pasado 10 de febrero, allí le tomaron una muestra de ADN que más tarde arrojó que se trataba de una loba típica de la península ibérica.
“Se obtuvo el perfil genético de los restos biológicos analizados, y se confirmó que se trataba de un ejemplar de Canis Lupus Signatus (Lobo ibérico)”.
Además el Seprona indicó que el hombre debía entregar el animal a la institución para que esta se hiciera cargo de su cuidado, pues se descarta su liberación en la naturaleza.
Los tres cachorros que tuvo loba, como resultado de la cruza con otros perros también fueron entregados a la organización.