La policía vigilaba el lunes controles de carretera en torno a las localidades en cuarentena en el norte de Italia, mientras las autoridades trataban de contener el nuevo coronavirus. Italia se ha convertido en un foco del brote en Europa y de los temores a que se propague.
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Al menos 219 personas en el norte de Italia han dado positivo en el virus y cinco han muerto, incluidos dos ancianos en la región norteña de Lombardía. Sin embargo, las autoridades aún no han localizado el origen del contagio, que el lunes se expandió a más de media docena de regiones e hizo que Austria paralizara temporalmente el tráfico ferroviario en su frontera con Italia.
“Los rápidos acontecimientos de este fin de semana demuestran lo rápido que puede cambiar la situación”, dijo en Bruselas la comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides. “Por supuesto tenemos que tomarnos esta situación muy en serio, pero no debemos rendirnos al pánico y, aún más importante, a la desinformación”.
En Francia, el gobierno instó a cualquiera que hubiera visitado Lombardía o Veneto -las dos regiones más afectadas de Italia- a llevar mascarillas si salían a la calle, limitar sus actividades no esenciales y tomarse la temperatura dos veces al día.
El Ministerio francés de Sanidad emitió la misma advertencia para cualquiera que hubiera viajado a China, Corea del Sur, Singapur o Macao. En Francia se han identificado 12 casos del virus, y uno de los pacientes murió.
Eslovenia y Croacia, vecinos de Italia y que además de ser destinos populares para turistas italianos también registran viajes frecuentes de sus ciudadanos a Italia, celebraron reuniones de crisis el lunes, aunque ninguno había identificado ningún caso. Croacia indicó que supervisaría a cualquier viajero llegado desde Italia, incluidos niños croatas que regresaran de excursiones escolares.
El primer ministro de Rumanía, Ludovic Orban, dijo que cualquier persona llegada de cualquier región donde se hubiera detectado el virus sería puesta en cuarentena durante 14 días. Sin embargo, medios locales señalaron que solo se había pedido a los recién llegados que rellenaran un formulario.
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En Albania se hicieron controles a unas 5.000 personas que llegaron por avión, barco y carretera, con especial interés en los puestos fronterizos por los viajeros llegados de Italia.
El temor llegó hasta Mauricio, que bloqueó un avión de Alitalia que había aterrizado en la isla. El Ministerio italiano de Exteriores dijo estar trabajando para proporcionar “máxima asistencia a los italianos a bordo”. Muchos italianos viajaban esta semana aprovechando los feriados escolares, y Mauricio es un destino popular.
Pero la nación insular africana había sido más asertiva que otros territorios africanos en sus medidas contra el virus, anunciando cuarentenas para los pasajeros llegados de Wuhan o con síntomas. Hasta la fecha solo se ha confirmado un caso en África, en Egipto.
Las autoridades italianas cerraron escuelas y cancelaron partidos de fútbol, representaciones teatrales e incluso el famoso Carnaval de Venecia, pero también intentaron tranquilizar a la población señalando la baja tasa de mortalidad del virus en comparación con la gripe estacional. Los cuatro fallecidos eran ancianos y dos sufrían problemas de salud previos.
El alto número de casos en el país se debe a que Italia “los está buscando de forma activa”, señaló a la televisora estatal RAI la viróloga Ilaria Capua, de la Universidad de Florida. Se han hecho pruebas a más de 3.000 personas, la mayoría de las cuales tuvo contacto directo con los infectados.
“Es probable que cuando más busquemos, más encontremos”, señaló Capua. Sin embargo, recalcó que la mayoría de los casos probablemente no requeriría ni siquiera una visita médica y que las cifras italianas son “muy análogas a los que veremos en muchos otros países europeos”.
Italia, sin embargo, no quería correr riesgos y en la práctica aisló a una docena de localidades norteñas donde se localizaron más de un centenar de pacientes. Policías con mascarillas vigilaban los puntos de control el lunes en la carretera a Codogno, al sureste de Milán, donde fue hospitalizado la semana que viene el primer paciente en dar positivo por el virus.
Vecinos con mascarillas y guantes hacían fila en el supermercado de Codogno para aprovisionarse, pero encontraron el comercio aún cerrado por orden del alcalde.
El miedo se extendió a la capital de Lombardía, Milán, el núcleo financiero del país y donde se cancelaron los dos últimos desfiles de la Semana de la Moda de Milán. Aunque la mayoría de las firmas presentaron sus colecciones como de costumbre el domingo, Giorgio Armani y Laura Biagiotti lo hicieron a puerta cerrada, emitiendo el espectáculo en vivo a través de internet.
El viceministro de Salud, Pier Paolo Silveri, apeló al “sentido cívico” de los italianos para pedirles que siguieran las medidas de contención durante las dos semanas de cuarentena.
El comité de seguridad sanitaria de la UE tenía previsto reunirse el lunes para evaluar la situación, especialmente en Italia. Además, un equipo conjunto de la Organización Mundial de la Salud y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades tenía previsto visitar Italia.