Una persona enferma de COVID-19 murió en el estado de Washington, informaron el sábado los funcionarios de salud estatales, con lo que se registró la primera muerte reportada en Estados Unidos por el nuevo coronavirus.
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Los funcionarios estatales emitieron un breve comunicado de prensa anunciando la muerte, pero no dieron detalles y anunciaron una conferencia de prensa. Un portavoz del Centro Médico EvergreenHealth, Kayse Dahl, dijo que la persona murió en el centro, pero no dio detalles.
Los funcionarios de salud del estado y del condado de King agregaron en el texto que «se han identificado más personas con la infección, una de las cuales murió». No dijeron cuántos casos nuevos hay.
El número de casos por el nuevo coronavirus en Estados Unidos se considera pequeño. En todo el mundo, el número de personas enfermas por el virus rondaba el viernes alrededor de 83.000, y había más de 2.800 muertes, la mayoría de ellas en China.
El deceso se produce después de que los funcionarios de salud revelaran un segundo caso de coronavirus en Estados Unidos en alguien que no había viajado al extranjero o que no había tenido contacto cercano con alguien que tuviera el virus.
Horas antes el sábado, el presidente Donald Trump anunció a través de Twitter que hablará de los últimos acontecimientos relacionados con la amenaza de un nuevo coronavirus durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca el sábado a la 1:30 p.m. hora local. Trump también se dirigió a la nación desde la Casa Blanca días atrás.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1233799741630230530
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Las autoridades de Estados Unidos se movilizaban el sábado en una campaña total de prevención contra el COVID-19 dirigida por el vicepresidente Mike Pence, apenas unos días después de que aseguraban que el país tendría consecuencias mínimas por el nuevo coronavirus.
Los funcionarios de salud se apresuraban para tener listos los exámenes de detección del coronavirus en todos los estados, mientras que el gobierno de Trump indicó que podría recurrir a una ley de defensa de hace 70 años para garantizar la disponibilidad de equipo de protección en caso de que el padecimiento se propague.
Tanto los operadores políticos del gobierno de Trump como los científicos no partidistas están de acuerdo en que el riesgo actual para los estadounidenses es bajo, aunque eso podría cambiar rápidamente. Los científicos hacen énfasis en prepararse para circunstancias aún desconocidas.
“Reconozco que esto podría cambiar. Reconozco que la situación se podría deteriorar. Reconozco los riesgos”, comentó Larry Kudlow, asesor económico de la Casa Blanca, a los reporteros el viernes. “Pero, dado lo que sabemos… me parece que el mercado ha ido demasiado lejos”.
Dos estadounidenses más dieron positivo a la enfermedad COVID-19 dentro de un grupo de pasajeros del crucero Diamond Princess que fueron puestos en cuarentena, informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. En tanto, el condado de Santa Clara en California reportó otro caso, con lo que el total nacional se elevó a 63.
Las autoridades de salud confirmaron que el caso de Santa Clara es el segundo en Estados Unidos que se cree fue contagiado a una persona que no viajó al extranjero ni estuvo en contacto cercano con alguien infectado.
La OMS subió el nivel de riesgo para el virus a “muy alto” mientras sigue propagándose por todo el mundo. El viernes por la tarde, el Departamento de Estado emitió un aviso a los estadounidenses para que eviten hacer cualquier viaje no esencial a Italia, que ha registrado 900 casos. Ya se emitió una alerta de viaje para China.
Los mercados financieros seguían cayendo, con el promedio industrial Dow Jones en su peor semana desde la crisis financiera de 2008.
Más tarde, el presidente de la Reserva Federal Jerome Powell señaló que el banco central recortaría las tasas de interés para apoyar a la economía, en caso de ser necesario. En el Capitolio, los legisladores de ambos partidos están trabajando en un proyecto presupuestario que será dado a conocer la próxima semana y que se prevé proporcione dos o tres veces más de los 2.500 millones de dólares que la Casa Blanca había solicitado para las labores contra el brote del nuevo tipo de coronavirus.
Alex Azar, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, se refirió a la amplitud de las opciones bajo consideración, diciéndoles a los reporteros que el gobierno federal podría recurrir a la Ley de Producción de Defensa de 1950 para garantizar la producción de los suministros necesarios para combatir al virus.