Un solo hombre en la zona rural de Gales es el responsable de la muerte de cientos de zorros que no logran salvarse de las trampas que en el lugar se colocan.
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De acuerdo a un reportaje del The Independent, el vacío legal ha permitido que un cazador de vida silvestre atrape zorros, los mate y venda sus pieles, a pesar de que las granjas de pieles se consideran tan crueles que están prohibidas en Gran Bretaña.
David Sneade, que vende la piel a comerciantes en Suecia y los Estados Unidos, mata a los animales en un parque nacional, en lo que los críticos condenaron como un negocio «espeluznante». Desmembra los cuerpos y estira las pieles en bastidores, y todo lo publica en Facebook.
Cientos de personas lo han visto en acción, es decir, matar a golpes a los animales. Además, utiliza el líquido cerebral propio de los zorros para preservar las pieles en un taller descrito por los investigadores como «macabro», y deja los cadáveres de piel para que las aves se alimenten.
En un video tomado por un testigo, él «usa múltiples golpes brutales» sobre un zorro que todavía respira, antes de aplastarlo con su pie. Los cazadores de pieles atrapan y golpean a los animales en lugar de dispararles para que sus pieles no se estropeen con heridas de bala y sangre.
