Desde que comenzó el aislamiento social debido a la expansión del coronavirus, no ha pasado ningún solo día en que Gonzalo Acuña visite a sus padres en Hualpén.
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Pero no es una visita normal, sino que se queda afuera para tocarles el acordeón y que ellos bailen al lado de la ventana.
No entra a la casa porque ambos son enfermos crónicos y no los quiere exponer al peligro del virus.
**EL AMOR DE UN HIJO**
No ha pasado ni un día desde que inició la pandemia en que GONZALO ha visitado a sus padres, NO ENTRA A LA CASA, ubicada en la Floresta, Hualpén, pero les da la alegría de sus vidas al tocarles hermosas melodías desde afuera.DE NOSOTROS DEPENDE!!! pic.twitter.com/lsFzvqnqh5
— Amigos Penquistas (@Amigopenquista) March 25, 2020