Apenas decretaron la cuarentena total en siete comunas de la Región Metropolitana ante el avance del coronavirus, las botillerías fueron las más afectadas con la medida, ya que tuvieron que dejar de funcionar al no ser considerada como «vitales» en el contexto de emergencia que vive el país.
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Con la prohibición de su funcionamiento, los dueños de las botillerías decidieron dar la pelea en tribunales y a través de la Asociación Gremial de Dueños de Botillerías de Chile (AGBOTCH), presentaron un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Santiago para evitar el cierre de sus locales en la zona de cuarentena.
Según la agrupación, el cierre sus locales, el que tildan de «arbitrario», ha generado un «grave perjuicio» al tratarse de pequeños comerciantes. «Si queremos tranquilidad y evitar fiestas o inconductas también estamos de acuerdo, pero con que los alcaldes y autoridades hagan su trabajo y nos dejen hacer el nuestro. Cada uno de nosotros debe hacerse responsables de sus acciones», indicó el presidente de la asociación Marcial Pérez.
«La botillería es parte del barrio, sus dueños son vecinos del barrio. Si la cierran no afectan a una persona, sino a una comunidad entera que encuentra en este negocio una fuente de abastecimiento para el diario vivir. Las botillerías también venden abarrotes y artículos de aseo. Son una pyme más, que todos debemos defender, porque son vecinos como cualquiera de nosotros», agregó Pérez.
Según estimaciones del gremio de botilleros, el cese del funcionamiento de estos locales afectaría a cerca de 1.500 botillerías y a unos 10 mil clientes. La batalla ahora queda en manos de tribunales.