El creciente temor al coronavirus, así como sus consecuencias económicas y sociales, se ha visto acompañado por un “espantoso aumento global de la violencia doméstica”, indicó el domingo por la noche el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
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El jefe de Naciones Unidas, que el 23 de marzo pidió un cese el fuego inmediato en los conflictos armados de todo el mundo para hacer frente a la pandemia, dijo en un comunicado que era hora de pedir el fin a toda violencia “en todas partes, ahora”.
“Para muchas mujeres y niñas, la amenaza es mayor allí donde deberían estar más seguras, en sus propios hogares”, dijo Guterres. “De modo que hoy hago una nueva llamada a la paz en casa -y en las casas- de todo el mundo”.
En algunos países “el número de mujeres que llaman a servicios de apoyo se ha duplicado”, dijo, sin identificar los lugares.
Prevención
Además, señaló, los servicios médicos y la policía se ven sobrepasados y faltos de personal, los grupos de apoyo local están paralizados o faltos de fondos y algunos albergues para víctimas de la violencia doméstica están cerrados, mientras que otros están llenos.
“Insto a todos los gobiernos a hacer de la prevención y reparación de la violencia contra las mujeres una pieza clave de sus planes de respuesta nacional para el COVID-19”, dijo Guterres.
Eso implica habilitar formas seguras para que las mujeres puedan buscar ayuda sin alertar a sus agresores, establecer sistemas de alerta de emergencia a los que puedan acceder las mujeres en farmacias y tiendas de alimentación, aumentar el gasto en servicios por internet y organizaciones de la sociedad civil para ayudar a las víctimas y designar los refugios como servicio esencial.
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Según medios, las llamadas a servicios por internet y los casos de violencia doméstica han crecido en Estados Unidos, los casos de violencia de género se han multiplicado por dos en India durante la primera semana de restricciones al movimiento, los asesinatos de mujeres se han disparado en Turquía desde que el gobierno recomendó a la gente que se quedara en casa el 11 de marzo, y en Sudáfrica se reportaron casi 90.000 incidentes de violencia de género en la primera semana de cuarentena.
Además, el gobierno de Australia reportó un aumento del 75% en las búsquedas en internet de ayuda ante violencia doméstica y el gobierno francés dijo que los reportes de violencia doméstica habían subido un 32% en Francia y un 36% en París en una semana.
“Juntos, podemos y debemos impedir la violencia en todas partes, desde zonas de guerra a los hogares de la gente, mientras trabajamos para derrotar al COVID-19”, dijo Guterres.
