Por tercer día consecutivo, el estado de Nueva York reportó el jueves una cifra récord de muertes por el nuevo coronavirus: 799, elevando el total a más de 7.000, aunque las tendencias en hospitalizaciones lucen más esperanzadoras.
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Al mismo tiempo, las autoridades de salud están recomendando el uso de mascarillas en público y el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que la ciudad necesita más capacidad para realizar pruebas de detección del virus.
En la mayoría de los pacientes, el coronavirus causa síntomas leves, pero en otras _especialmente ancianos y personas con problemas médicos previos_ pueden sufrir complicaciones graves, como neumonía o incluso la muerte.
El gobernador Andrew Cuomo dijo que los hospitales de la ciudad de Nueva York hasta ahora han resistido la enorme tensión. De hecho, el aumento en los ingresos ha bajado en comparación con el ritmo insostenible de la semana pasada, al igual que los ingresos a cuidados intensivos. Más de 18.000 pacientes fueron hospitalizados en el estado.
«Hoy podemos decir que hemos perdido a muchos de nuestros hermanos y hermanas, pero no hemos perdido a nadie que no haya tenido la mejor y más adecuada atención médica que pudieron», dijo Cuomo.
En general, el estado finalmente está mostrando avances en la disminución de la transmisión, dijo el gobernador en una conferencia de prensa del Capitolio estatal. “Estamos aplanando la curva hasta ahora”, aseguró.
Cuomo ha estado navegando por las corrientes cruzadas de noticias esperanzadoras y horribles en los últimos días. Las muertes están aumentando, pero las nuevas hospitalizaciones están disminuyendo. Se ve la luz al final del túnel, pero los neoyorquinos todavía no deben terminar sus semanas de confinamiento, dijo.
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En tanto, las autoridades estatales de salud están recomendando a las personas cubrirse nariz y boca cuando salgan al exterior, especialmente en áreas de “transmisión comunitaria significativa”.
Según datos de la Universidad Johns Hopkins, hasta el jueves había más de 1,5 millones de personas infectadas en todo el mundo y más de 91.000 muertos.