La ciudad de Wuhan, en el centro de China, elevó su cifra de fallecidos por COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus, en 1.290 personas. Medios estatales dijeron el viernes que los errores en el conteo se debieron a la insuficiente capacidad de admisión de pacientes en las sobrepasadas instalaciones médicas en el punto álgido del brote.
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El total de decesos revisado en Wuhan es de 3.869 personas, el más alto en China. El número total de casos en la ciudad de 11 millones de habitantes se incrementó en 325, hasta 50.333 o alrededor de dos terceras partes de los 82.367 contagios reportados por Beijing.
La agencia noticiosa oficial Xinhua citó a un funcionario no identificado de la oficina de prevención y control de epidemias en Wuhan que dijo que en las primeras fases del brote, “debido a insuficiencias la capacidad de ingresos y tratamiento, algunas instituciones médicas no lograron contactar con el sistema de prevención y control de enfermedades a tiempo, mientras los hospitales estaban desbordados y los médicos sobrepasados con los pacientes”.
Cuál fue el error
«Como resultado, hubo informes tardíos, perdidos y erróneos”, dijo el funcionario según el reporte.
Las nuevas cifras se recopilaron a través de una comparación de datos del sistema de big data de control y prevención de epidemias en Wuhan, el sistema de servicios funerarios de la ciudad, el sistema de información de la autoridad hospitalaria municipal y el sistema de pruebas de ácido nucleico para “retirar los casos contabilizados dos veces e incluir los ignorados”, apuntó el funcionario, según Xinhua.
Se sumaron nuevas muertes porque las que no se habían producido en hospitales no estaban registradas en el sistema de información de control de enfermedades, y algunas instituciones médicas no habían comunicado casos o lo hicieron tarde, agregó.
Durante mucho tiempo, las dudas planearon sobre la veracidad del reporte de casos en China, especialmente en Wuhan, que estuvo varios días de enero sin confirmar contagios ni muertos. Esto derivó en acusaciones de que las autoridades chinas buscaban minimizar el impacto del brote y desperdiciar oportunidades para controlarlo antes.