La semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impactó al mundo con la seria «recomendación» de que al igual que los productos de limpieza y desinfectantes sirven para eliminar el coronavirus de las superficies, habría que probar la posibilidad de que inyecciones de estos productos pudieran salvar a las personas y evitar su contagio.
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Y aunque más tarde aseguró que sus palabras habían sido «una broma» y nadie había entendido su sarcasmo, la frase seguía dando vueltas en las redes sociales y algunos ya habían seguido su «consejo».
Así al menos quedó demostrado con los dos casos tratados en el Georgia Poison Center, de Atlanta, hasta donde llegaron dos personas de gravedad luego de consumir productos de limpieza.
Cloro y desinfectante con cerveza
De acuerdo con los reportes de los especialistas uno de los casos fue un hombre de 50 años, que fue hospitalizado tras consumir casi 500 ml de cloro el día sábado.
El sujeto, que tenía problemas mentales fue dado de alta, pero trasladado al área de siquiatría del hospital.
El otro paciente envenenado fu un hombre de 30 años que consumió una combinación de producto de limpieza Pine-Sol, enjuague bucal, cerveza y analgésicos.
Pese al complejo estado de salud en el que llegó al recinto asistencial, los médicos lograron ayudarlo y tras un par de días internado fue dado de alta.
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Cabe recordar que tras las palabras de Trump, la empresa fabrinacta de los desinfectantes Lysol y los jabones Dettol, emitió un comunicado llamando a sus consumidores a no beber por ningún motivo sus productos.