La Organización Internacional del Trabajo (OIT) aseguró que “1.600 millones de trabajadores de la economía informal, esto es, casi la mitad de la población activa mundial, corre peligro inminente de ver desaparecer sus fuentes de sustento”.
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Según el organismo, la crisis por el covid-19 ha provocado “la caída constante de las horas de trabajo a nivel mundial” y está afectando de mayor manera al “grupo más vulnerable del mercado laboral”.
El reporte indica que “el primer mes de la crisis se habría cobrado un 60% de los ingresos de los trabajadores informales. Esto equivale a una caída del 81% en África y América, del 21,6% en Asia y el Pacífico, y del 70% en Europa y Asia Central”.
“Si no cuentan con una fuente de ingresos alternativa, estos trabajadores y sus familias no tendrán medios de supervivencia”, apunta el comunicado.
En cuanto a las empresas, más de 436 millones están en “grave riesgo de interrupción” de sus actividades, las que incluyen “232 millones pertenecientes al comercio mayorista y minorista, 111 millones a las manufacturas, 51 millones a los servicios de alojamiento y servicio de comida, y 42 millones al sector inmobiliario y otras actividades comerciales”.
Ante este escenario, la OIT pide “adoptar medidas urgentes, específicas y flexibles para ayudar a los trabajadores y las empresas, en particular, a las más pequeñas, los trabajadores y trabajadoras de la economía informal y demás personas en situación de vulnerabilidad”.
“Para millones de trabajadores, la ausencia de ingresos equivale a ausencia de alimentos, de seguridad y de futuro. Millones de empresas en el mundo están al borde del colapso. Carecen de ahorros y de acceso al crédito. Estos son los verdaderos rostros del mundo del trabajo. Si no se les ayuda ahora, sencillamente desaparecerán”, dijo el director general Guy Ryder.