El aprendizaje cultural no es algo exclusivo de los humanos. Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Saint Andrews (Escocia) y publicado en la revista Nature, «los datos enfatizan la importancia de la transmisión cultural». «Así como las raíces evolutivas de la expresión donde fueres, haz lo que vieres», explicaron los investigadores al medio «El Economista» de España. Por lo tanto, la imitación es también un factor muy relevante en las costumbres animales.
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Hace poco se viralizó la historia de un perro llamado Mako y que se comporta como un gato. ¿Cómo es esto posible? Precisamente por los datos expuestos anteriormente. Cuando sus dueños lo adoptaron les aseguraron que se llevaría bien con sus gatos, pero no pensaron que a tal punto. El can de dos años se cree uno de sus hermanos felinos. No ladra, come golosinas de felino y le encanta trepar muebles y mesas, según relató su dueña en un video.
Fue criado por gatos en un refugio de rescate animal
Su comportamiento no se basaría solo en imitación reciente. El perro fue adoptado desde un refugio, por lo que apuntan a que «fue criado por gatos». Por este motivo, el animal conoce los códigos de comunicación de dicha especie, y se comporta como tal.
¿Es algo común? Pese a que hay estudios, los experimentos para determinar si los animales aprenden unos de otros y si las variaciones culturales son aprendidas, son escasos.