Merelize Van Der Merwe, de 32 años, adora la caza de animales y la defiende a toda costa. Ante esta pasión, su esposo encontró el regalo «perfecto» para San Valentín: cumplir el gran sueño de Merelize, el de cazar una jirafa.
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Para el exótico regalo, el marido de Van Der Merwe pagó casi $1.500.000, y el 13 de febrero, en la provincia sudafricana de Limpopo, la mujer mató a una jirafa de 17 años, y subió a sus redes las fotos del animal muerto y posando con el corazón del gigante, lo que hizo estallar las redes sociales.
La propia Van Der Merwe narró la experiencia en Facebook: «En 2016 emprendí una búsqueda para cazar una jirafa, pero ninguna era lo que estaba buscando. Me puse en contacto con casi todos los que conocía que tenían jirafas lo suficientemente mayores como para cumplir con los requisitos. En 2017 encontré una, pero desafortunadamente uno de mis amigos llegó a ella primero. Había perdido la esperanza. Hace dos semanas un querido amigo, Chrisjan Bakker, me contactó y no podía creer lo que veía, una tan vieja que estaba muy por encima de su tiempo y el dueño no sabía si duraría otros tres meses».
Imágenes fuertes
Las imágenes y los comentarios desataron las críticas de muchos defensores de los animales, pero la mujer los calificó de «liberales desencadenados» y les respondió que «no le tengo miedo a la crítica, especialmente a los activistas por los derechos de los animales que todavía viven con mamá (…) van al supermercado y compran su carne porque ningún animal sale herido allí», aseguró.