Este miércoles se confirmó el fallecimiento del destacado biólogo y Premio Nacional de Ciencias, Humberto Maturana a los 92 años.
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En 1994 recibió el Premio Nacional de Ciencias de Chile por sus investigaciones en las ciencias biológicas, específicamente en la percepción visual de vertebrados y por sus aportes en la teoría del conocimiento orientados a la educación, la comunicación y la ecología.
Pero fue en 1972, en su libro “De máquinas y seres vivos”, donde Humberto Maturana desarrolló la teoría más importante de su carrera. Junto a Francisco Varela, escribieron sobre el concepto de “autopoiesis”, dando una profunda e revolucionaria reflexión sobre la vida.
La «autopoiesis» de Humberto Maturana
Hace 50 años, Maturana trató darle una respuesta y significado a una de las preguntas más complejas de la humanidad: ¿qué es la vida? ¿qué está vivo? ¿qué está muerto?
«La pregunta básica que me hice fue qué es lo vivo y qué muere, o qué tiene que estar pasando en su interioridad en un ente para que yo, mirándolo desde afuera, pueda decir que es un ser vivo», aseguró el propio autor hace un tiempo a la cadena BBC Mundo.
Su trabajo fue tan revolucionario que influyó en diferentes áreas y entregó respuestas para lo que antes no había.
Lo primero que cabe mencionar es que la obra de Maturana se centra en un término que acuñó tras combinar dos palabras del griego: «auto» (a sí mismo) y «poiesis» (creación).
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«Los seres vivos somos sistemas autopoiéticos moleculares, o sea, sistemas moleculares que nos producimos a nosotros mismos, y la realización de esa producción de sí mismo como sistemas moleculares constituye el vivir», aseguró en su momento el biólogo.
De acuerdo a su teoría, todo ser vivo es un sistema cerrado que está continuamente creándose a sí mismo y, por lo tanto, reparándose, manteniéndose y modificándose. Bajo ese punto, quizás el ejemplo más simple sea el de una herida que sana.
La Enciclopedia Británica alistó a la «autopoiesis» como una de las seis grandes definiciones científicas de vida. En relación al trabajo de Maturana, el texto apunta que «a diferencia de las máquinas, cuyas funciones gobernantes son insertadas por diseñadores humanos, los organismos se gobiernan a sí mismos».
«Los seres vivos mantienen su forma mediante el continuo intercambio y flujo de componentes químicos», agrega.
Maturana explicó que su definición «es un fenómeno de una dinámica molecular que constituye entidades discretas que son los seres vivos«.
Y aseguró que la autopoiesis «tiene que estar ocurriendo continuamente, porque cuando se detiene, morimos».