Amberes, en Bélgica, tiene implementado un buzón para abandonar bebés de forma anónima y por primera vez desde el 2019, recibió a un recién nacido, el viernes recién pasado.
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“Por ahora soy el guardián de este pequeño milagro. Mis hijas llamaron al bebé Finn. Al pequeño Finn no le faltará de nada”, dijo el alcalde de la ciudad, Bart De Wever.
Este sistema de abandono fue creado por la organización sin ánimo de lucro Moeders voor Moeders (Madres para Madres, en neerlandés) hace ya dos décadas.
De acuerdo a Milenio, la asociación ha acogido desde el año 2000 a 19 bebés, cuando se introdujo el plan para que las madres pudieran dejar a su hijo de forma anónima.
Las madres pueden colocar una pieza de un puzzle junto al recién nacido, para ser identificada más adelante si es que así lo quiere.