Un balcón en Venezuela tiene dividida a su comunidad, porque si bien algunos creen que es arte, otros sienten temor ante todas las muñecas que están en la terraza.
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La residencia de Caracas es de Etanis González de 65 años, quien defiende con todo su terraza, donde ha puesto muñecas y maniquíes.
Los residentes de la zona están llamando al lugar “el balcón de las mil cabezas” o “la casa de las muñecas”. A González lo han catalogado como “loco” y “satánico” por dicha colección que comenzó a formar hace unos cinco años.
Pero Etanis, que es artista plástico, explicó que en una oportunidad su hija iba a limpiar dormitorio y él colocó las muñecas en el balcón, pero las personas curiosas desde abajo se fijaban en las muñecas y decía que eran niños, por lo cual tomó la decisión de seguir colocándolas.
A pesar de denuncias y críticas, él se niega a retirarlas porque dice que es su legado y solamente se irán cuando él muera.