Este martes “Carmen Gloria a tu servicio” vivió un impactante caso de violencia contra la mujer. La historia de Lucía logró conmover a la abogada al punto de reconocer que el caso “ha sido tremendamente doloroso de grabar”.
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Sergio, ex marido de Lucía, llegó al programa para demandar por el divorcio. Pero Lucía, necesitó estar junto a su hermana Teresa para lograr mirar a su agresor ya que aún le teme.
Víctor además del divorcio, quería la mitad de la casa, pero Lucía se desahogó y pidió una compensación económica por soportar 23 años de maltrato, “por todos los golpes y todo lo que sufrí. No he podido superar esto”, expresó, y agregó que “yo trabajaba y llegaba tarde, entonces él decía ‘a esta hora venís llegando’. Con garabatos. Yo le decía que también tengo derechos. Él no le daba vestuario ni alimentos a los niños, entonces yo trabajé para aportar en la casa”, reveló.
Desde un primer momento, Víctor se mostró machista y su pareja actual, Gregoria, quien lo acompañó, dijo no conocer sobre los hechos de violencia en su historia matrimonial. Y aunque Víctor negó el maltrato, Teresa salió a apoyar a su hermana lo enfrentó duramente y Luisa, la otra hermana de Lucía también llegó al estudio y declaró: “Me consta que él le hizo mucho maltrato”.
Carmen Gloria Arroyo además explicó que existen documentos que avalan lesiones y hematomas en el cuerpo de Lucía en los años 2002, 2003 y 2004.
Las hermanas agradecieron estar en el programa para hacer justicia por alguna de sus hermanas, que desde la infancia fueron maltratadas por sus padres y se casaron jóvenes para escapar, pero cayeron en un infierno peor. “Voy a morir tranquila si usted hace justicia” dijo Luisa, mientras sus hermanas lloraban.
Fue entonces que Carmen Gloria, visiblemente afectada por la historia de Lucía, encaró a Víctor. “Entienda que en la mente enferma de un maltratador y en la actitud cobarde de un hombre que agrede a una mujer, sienten que están haciendo lo que tienen derecho y que, por lo tanto, pueden decir que no han hecho nada malo”, dijo.
La abogada agregó que “ponerle una mano encima a una mujer, a un niño, a sus propios hijos, es ser lo peor de la humanidad. Sé que no está acostumbrado que una mujer le hable fuerte y se las cante clarita en la cara. Y yo, por ellas cuatro, lo hago con toda la fuerza del mundo”, afirmó y fue enérgica al decirle que “hay cuatro mujeres detrás suyo llorando lágrimas de sangre por la historia que tienen con usted, así que no venga a disfrazarse de oveja delante mío. Lo mínimo es que usted le ceda a la señora el 50 por ciento de la casa en compensación al infierno que vivió con usted. Me imagino que no tengo que darle más argumentos”.