Tacómetro

Hasta Scooby-Doo tuvo una Kombi

Algo como una caja de zapatos con muchas utilidades, harta simpleza, un motor y cuatro ruedas. La idea que un ejecutivo holandés puso sobre una mesa de trabajo se transformó en la Volkswagen Kombi.

Vehículo de uso combinado. Parece una definición más cercana a un auto de apoyo logístico en tiempos de guerra, sin embargo, no puede estar más lejos de aquello, porque en rigor hablamos de la añorada Volkswagen “Kombi”, término que viene a ser la abreviatura de Kombinationfahrzeug (en alemán, vehículo de uso combinado). Debo aclarar que Kombi viene a ser la denominación romántica del modelo ya que el nombre oficial es Volkswagen Transporter. De hecho, sus distintas generaciones se denominan T, desde la T1 de 1950 hasta la T5 del año 2003.

PUBLICIDAD

 

Independientemente de las denominaciones técnicas de origen, la Kombi es un modelo que conquistó al mundo entero. El recuerdo más inmediato que viene a nuestras mentes es la Kombi de fines de los 60 que ocuparon miles de hippies para desplazarse por Norteamérica, de estado en estado, buscando la paz y siguiendo a sus artistas de recital en recital. La pintura de fábrica descansaba bajo varias capas de creatividad, miles de colores y símbolos asociados al amor y la paz acompañaban a estos hippies alegres que en cada kilómetro disfrutaban de la plena libertad de hacer lo que querían hacer y de ir adonde quisieran ir. Y la Kombi era la más fiel y aperrada compañera. Donde cabían cuatro, cabían cinco, seis, siete… Siempre había espacio alegre para todos.

 

 

“TENGO UNA IDEA”

El origen de la Kombi no deja de ser particular. En los tiempos posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la administración de Volkswagen quedó en manos de los británicos. En 1947 la nueva plana mayor de Volkswagen negociaba con el empresario holandés Ben Pon la distribución de los modelos de la marca en los Países Bajos. En una de sus reuniones, Ben Pon puso sobre la mesa un negocio adicional, un boceto de algo similar a una caja de zapatos con ruedas. Tomando como base el chasis de un VW sedán, conceptualizó un elemental modelo de carga de uso comercial. Los directivos dieron su aprobación y en 1948 ya se construían los primeros prototipos del proyecto denominado Volkswagen Tipo 29. Su denominación se simplificó a Volkswagen Tipo 2 ya que a los modelos sedán pertenecían la denominación Tipo 1.

PUBLICIDAD

 

Los primeros diseños eran de líneas absolutamente rectas dado su bajo costo y facilidad de producción, sin embargo, el túnel de viento tiraba por la borda esos primeros y poco agraciados intentos. La escuela técnica superior de Braunschweig aportó un nuevo diseño más redondeado que disminuía en un 40% la resistencia al viento. Pese a estos avances, el proyecto debió contemplar un nuevo chasis ya que el inicial no soportaba de buena forma el peso contemplado en los planes iniciales. Con nuevo diseño, nuevo chasis, nueva dirección y nuevos frenos, el proyecto estaba en condiciones de entrar a producción en serie.

 

 

AMBULANCIAS CON 25 CV

En 1950 se construían las primeras unidades de producción de la querida Kombi. Un humilde motor bóxer de 4 cilindros y 25 CV, ubicado en la parte posterior del modelo conquistó a miles de personas y empresarios del comercio, no tanto por su performance sino por su utilidad. De hecho, al poco tiempo fueron apareciendo adaptaciones del modelo como ambulancias, coche de bomberos, bus escolar, transporte de monjitas y varias versiones en las que se modificaba la distribución de sus asientos… Tantas combinaciones provocaron el “rebautizo” del modelo, quedando en Volkswagen Transporter Kombi.

El motor era refrigerado por aire, tal como el VW Escarabajo. Ello se defendía incluso conceptualmente. La publicidad comentaba “el aire no se congela, el aire no hierve”. La Kombi conquistaba mercados y nacían nuevas versiones. En 1952 Westfalia-Werke crea una versión para las vacaciones, poca ciencia pero mucha utilidad, adicionando accesorios desmontables para camping.
En 1967, y después de 1 millón 800 mil unidades vendidas de la T1, nace la generación T2 con un nuevo motor 1.6 litros de 47 CV. El modelo es más fuerte en chasis y desaparece el parabrisas de dos caras.

 

La Kombi conlleva 5 etapas (en 1979 aparece la T3, en 1990 la T4 y en el año 2003 la T5), sin embargo, sólo las versiones T1 y T2 tienen la apariencia clásica de los focos redondos y un gran y solitario logo VW en el centro de su frontal. Las expresiones posteriores ganaron en performance y espacio, potenciando la utilidad a sus usuarios y, por lo mismo, sigue conquistando mercados y también a nuevos y felices dueños, que aún buscan recorrer el mundo con libertad y la compañía de una querida Kombi.

Más de 60 años de vida, el vehículo comercial más polifacético del mundo. Definitivamente un gran Auto con Historia. ¿Vendrá otra T por ahí?

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último