Hay que subirse en esta novedad que Skoda Chile coloca en nuestro mercado para sentir y comprender el tremendo producto que es. Su precio pudiese parecer alto, pero si pensamos que en las manos tenemos algo tan nobel, fiero y potente como lo puede ser un Mini Cooper S, entonces hasta quizás nos demos que lo que uno pagaría por él vendría a ser una ventaja absoluta, por no decir una ganga.
Cuando se me viene a la mente compararlo con el Cooper no lo hago gratuitamente. Es cierto que es bastante más largo ante los 3.720 mm, pero en poderío del motor se van por parejo con leve ventaja para el MINI con 184 CV. ¿Puertas? El checo tiene 5 por sobre el clásico formato del Cooper S. El resto, parejitos, ya que aceleran casi igual en el cero a 100 km/hora y en velocidad máximo gana por 1 km/hora el Fabia RS (ver ficha técnica).
Ambos, desde sus ajustados motores, recurren al turbo y la inyección directa de combustible, aunque el Fabia RS equipara el juego recurriendo además a un compresor volumétrico, y quizás tenga que hacerlo por su motor 1.4 versus el 1.6 del Cooper S. Con tales antecedentes, tenemos entre manos un auto delicioso para conducirlo “al ataque”. No me refiero a manejar descuidadamente o con imprudencia, sino que a extraer hasta la médula la maravilla que representa desde el punto de vista de la ingeniería.
Es un motor que apenas “respira” para entregar todo su poder, un atleta incansable, vigoroso y sediento de más, de seguir, correr, acelerar.
El régimen en el cual acelera y crece sobre el pavimento es tan amplio que pareciera dar lo mismo llevarlo a 2.500 vueltas o acercarlo a las siete mil. Magnífico. Gracias al trabajo que Volkswagen ha hecho con este turbo TSI gasolinero de 1.390 centímetros cúbicos ha recogido reconocimientos internacionales reiterados.
Y todo lo que les cuento y que sentí mientras lo probamos para nuestro programa TacometroTV y revista Tacóetro es absolutamente comprensible.
Aun cuando en la curva lo siento muy bien puesto en la línea de giro, creo que podría haber un grado de mayor agilidad, sobre todo si se me ocurre cambiar de carril al trazar un entre curvas algo extenso. La suspensión deja sentir su rigidez y la butaca deportiva resulta un complemento esperado para provocar un gusto racing en el manejo con prisa de este auto.
La caja automática DSG es de siete relaciones y un orgullo para el Grupo Volkswagen y también un aliado en la delicia del manejo que ofrece el Fabia RS. El consumo es muy bueno, salvo si se lo exige como hicimos con el ex campeón de la F3 chilena José Luis Riffo (piloto experto de TacometroTV) en las pruebas dinámicas en una autopista muy solitaria que ofrecía muchas curvas en ascenso y descenso, con algunas de ellas muy cerradas.
El auto responde a la altura de lo que fue hecho y transmite confianza y diversión conductivas. Cuando nos despedíamos con el equipo de grabaciones tras una jornada marcada por la adrenalina, con Riffo convinimos en lo bien hecho y pensado que está este coche. Y en la generosa entrega de su potencia, que pareciera no tener techo. No se lo pierdan, es de Skoda, y se llama Fabia RS. Fuerte el aplauso.
