RAM 1500: Un tijeretazo a los mantos blancos

En la montaña, sobre nieve y hielo, probamos la nueva RAM 1500 con motor 3.6 Pentastar. También la sometimos a pruebas dinámicas en el asfalto de nuestro centro de pruebas en el CMA de Las Vizcachas.

Creímos que la sometíamos a una sesión de tortura subiéndola a los nevados de Lagunillas, pero la RAM 1500 ni transpiró. Tampoco cuando estuvimos exigiendo sus cualidades dinámicas en el asfalto del CMA en Las Vizcachas.
Lo novedoso es que debajo de su capot, esta versión 2013 esconde el laureado motor de 3.6 litros Pentastar gasolinera. Es un V6 asociado a una transmisión automática de ocho velocidades con trabajo de válvulas variable que va optimizando el uso de combustible lo cual redunda en una mejora de eficiencia del nuevo modelo.
Sobre el hielo y las trepadas en barro y nieve, mucho ayuda también la caja de transferencia 4×4 (Elec Shift-on-the-Fly P/Time T/Case).
Para quienes conozcan el V8 con 390 HP de la versión Crew Cab laramie y no el propulsor Pentastar, vaya una nota de tranquilidad sobre el 3.6 V6 de 305 HP, el que mueve con manifiesto brío y eficacia las tres toneladas que pesa la pick up fabricada en Warren (Michigan, EEUU).
Acá el 4×4 duro y rústica agarrado de una reductora derechamente se pensionó. Todo transcurre sencillo aun cuando el terreno parezca un imposible. Los neumáticos P265/70R17 BSW On/Off Road están muy bien pensados para el trámite salvaje y en los terrenos nevados del Cajón del Maipo así quedó demostrado. Muy cerca de la cumbre, cuando el suelo era ante todo una capa de hielo, los sistemas off road de la pick up y sus asistencias funcionan con certeza, y el paseo se disfruta por lo arrollador y firme que resulta el vehículo. En descenso, con mucho sigilo porque el terreno transitado es resbaladizo, la RAM 1500 Quad Cab SLT también devolvió confianza.
La visibilidad es muy buena desde el puesto de conducción y eso facilita la maniobra de este monstruo que se acerca a los seis metros (5.817 mm).
En ese habitáculo, además, se vive una experiencia marcada por la amplitud y el espacio generoso (la fila delantera acoge a tres personas contando al conductor). Hay soluciones entretenidas y prácticas de espacios para dejar objetos o guardar cosas. Del mismo modo, el apartado de seguridad y confort es inmenso. Confíe y échele una mirada al catálogo del usuario…
En Las Vizcachas, la recta fue el laboratorio de su portentosa aceleración, pero también los conos nos certificaron su bajo nivel de balanceo en avances zigzaguenates.
Echando de menos algunos aspectos, me hubiese guisado una pisadera de acceso con mayor protagonismo y practicidad. Adentro, más allá del confort que es generoso, creo que hay plásticos que pueden elevar su calidad en futuras ediciones.

 

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