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Se dice que en gustos no hay nada escrito. Aquí podemos comprobar que la empresa malasiana Motorsport Playground ha hecho algo que probablemente no muchos se atreverían a realizar, y que tal vez otros rechazarían rotundamente.
El hecho es que han pintado un Lamborghini Gallardo con verde, rojo, amarillo, naranjo, morado y azul, los colores más característicos de un arcoíris. Es por esto que el superdeportivo italiano ha recibido el creativo nombre de “Rainbowghini”. Quien decida correr con este vehículo seguramente no quiere pasar desapercibido…