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Las fuertes marejadas que azotan a nuestras cosas y que se extenderán hasta el miércoles, pueden provocar daños irreparables en los vehículos, dado el alto contenido de sal del mar. ¿El motivo? La sal se queda acumulada en las partes bajas de la carrocería, y dado que tiene un fuerte poder corrosivo, si no se quita rápidamente puede dañar tanto la chapa como las partes mecánicas del auto que estén en contacto con ella como la suspensión, los frenos y el tubo de escape.
Es por eso, que Nicolás Aguayo, Safety Manager de Automotriz León, entrega consejos para evitar estos daños:
1. Al momento del lavado, use una pistola a presión de las bombas de bencina para limpiar con fuerza las partes bajas. De esta manera la sal, que podría haber quedado incrustada, se deshace y se elimina del vehículo.
2. Cuando lo limpie, preste especial atención al interior de los pasos de rueda, los neumáticos, y, en general, las piezas que quedan a la vista bajo el automovil.
3. Si aún queda sal en los bajos tras el lavado a presión, hay que limpiar los elementos afectados a mano, con agua tibia, jabón y un estropajo que no raye el metal.
Para ello es necesario meterse debajo del auto, o si no hay espacio suficiente, levántelo con una gata hidraúlica.
4. Si la sal produce manchas en la carrocería, no debe frotarla con fuerza para quitarla, se podría rayar la pintura. Se debe emplear un paño suave, agua y jabón. Si no se van, hay que aplicar un disolvente para carrocería. Si a pesar de todo esto no se va, habrá que pulir esa zona.
5. Por otra parte, se recomienda lavar el vehículo bien temprano en la mañana o tarde en la noche, para que el cambio de temperatura no afecte a la pintura. En ese sentido, Hidalgo explica que «los colores oscuros requieren más mantención que los más claros, pues la suciedad no se nota tanto».
6. Además, recomienda realizar un servicio de pulido y simunizado. En el caso de los automóviles que están a la intemperie, es bueno hacerlo cada cinco ó seis meses y con lo que están bajo techo, cada 2 años.
