En ese sentido, el plan contempla la restricción permanente de dos dígitos a los vehículos catalíticos fabricados antes del 2012, medida que se efectuaría entre el 1 de mayo y el 31 de agosto.
De esta forma, un total de 1.780.000 de automóviles serán afectados por la medida, los cuales no podrán circular unas 16 veces al año en promedio.
«Potencialmente, en los días de restricción dejarán de circular 220 mil autos con convertidor catalítico», sostuvo el secretario de Estado.
De igual manera, habrá prohibición total del uso de leña para calefacción en la provincia de Santiago, incluido San Bernardo y Puente Alto, mientras que en episodios críticos, la medida será en toda la Región Metropolitana.
En este punto, el intendente Metropolitano Claudio Orrego señaló que «no se puede ocupar leña en la ciudad de Santiago. Son 116 mil hogares, de los dos millones, que ocupan leña. No puede ser que la calefacción de unos pocos afecten la salud de tantos».
«Estamos satisfecho y contento con este nuevo plan, que ha demorando tiempo, porque se han escuchado a todos los actores. Esto refleja un plan balanceado entre los tres grandes emisores de contaminación: la leña, la industria y el transporte», culminó la autoridad.
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