Nuevamente los incendios forestales golpean la zona centro de nuestro país. Las altas temperaturas y la acción del viento hacen que su propagación sea bastante sencilla, arrasando miles de hectáreas y afectando a numerosas personas, esto obliga a muchos compatriotas a abandonar sus hogares ante la amenaza del fuego y, con ello, todas sus pertenencias, incluidos sus vehículos.
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Lo primero que se debe tener en consideración en caso de que el incendio afecte al vehículo es saber si el seguro cuenta con este tipo de coberturas. El otro requisito imprescindible para que entre en juego el seguro es que no exista un tercero que se haga responsable de los daños, eso es fundamental.
Queda claro señalar que si el fuego no ha calcinado por completo el vehículo, sino que ha afectado a determinadas partes como pueden ser ruedas, asientos o el motor, el seguro indemnizará con el valor de la pieza nueva.
No así con los neumáticos, ya que las empresas aseguradoras trabajan con distintas variables para conocer cuál será el tipo de indemnización. Así lo explica el Safety Manager de Servicio Automotriz León, Nicolás Aguayo: “Con los neumáticos derretidos, es imposible saber el estado en el que se encontraban antes del incendio. Por este motivo, para evitar pagar más de su posible costo, muchos seguros optan por conceder un determinado porcentaje del valor de los neumáticos nuevos”.
En un incendio forestal el vehículo puede quedar totalmente calcinado, ante esta situación el profesional explicó: “Estaríamos dentro de la cláusula de pérdida total del vehículo o lo que conocemos habitualmente como “siniestro total”. Aquí entra en juego la famosa letra pequeña, a la que deberíamos prestar especial atención, ya que varía según la compañía aseguradora”.
Cabe destacar también, que durante un incendio forestal existe gran cantidad de cenizas y a diferencia del polvo que se acumula en un auto tras no haberlo lavado en más de una semana, la ceniza es mucho más agresiva, debido a que sus partículas son más grandes y en algunos casos abrasivas, es por eso que se debe lavar con mucha agua potable y un shampoo para autos con pH neutro que es capaz de neutralizar todas las sustancias ácidas que contienen las cenizas. También es recomendable no lavar el auto al sol, ya que el agua se evaporará y la diferencia de temperaturas podría dañar la pintura. Para evitar rayones, es preciso mantener mojada la carrocería del auto; se recomienda hacerlo con una esponja suave.