Los actuales motores híbridos de la Fórmula Uno tienen fecha de vencimiento: fines de la temporada 2020. Hasta ahí está delineada la reglamentación de la máxima categoría. Para la temporada 2021 habrá novedades. Y, desde ya, tanto los equipos como la FIA y la F1 están estudiando cuáles y cómo deben ser las próximas unidades de potencia. Según informa el medio alemán Auto Motor und Sport, la idea que ronda es la de pasar a plantas motrices V6 biturbo, con el MGU-K, pero sin el MGU-H.
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El primero es una versión evolucionada del KERS, que convierte la energía cinética generada en la frenada en electricidad, en lugar de escapar en forma de calor. También actúa como un motor en aceleración, dando hasta aproximadamente 160 caballos de potencia. El MGU-H, en tanto, es un sistema de recuperación de energía conectado al turbocompresor del motor; convierte la energía térmica de los gases de escape en energía eléctrica, que se puede utilizar para alimentar la MGU-K (y, por lo tanto, la transmisión) o ser retenido en para su uso posterior.
La estructura de los motores actuales se mantendría, pero cambiaría lo suficiente para tratar de satisfacer a todos. Todo ello bajo la base de reducir los costos, eliminando las tecnologías más caras y hacer motores más ruidosos, una de las falencias más comentadas de los actuales turbos.
Estas ideas habrían salido de la reunión que mantuvieron en Australia ocho equipos, la FIA y Liberty, dueños de los derechos de la categoría y que fueron representados por Ross Brawn.
Las actuales unidades de potencia rondan los 1.000 caballos. En cambio, con un motor V6 biturbo, se superaría esa cifra.
