Aunque se prevé que el primer auto volador esté en nuestros caminos (o espacios aéreos) a finales de 2018, la idea de este vehículo tiene preocupados a los estadounidenses, quienes ya tienen ideas de seguridad para aplicar a una máquina que aún es un proyecto.
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La universidad de Michigan recogió las inquietudes y realizó una encuesta en el marco del programa Sustainable Worldwide Transportation. En ella, se reveló que los norteamericanos conocen el concepto en dos tercios de los interrogados. Sin embargo, el aspecto de seguridad inquieta.
En ese sentido, el 63 por ciento de los participantes reconoció su intranquilidad por este aspecto y, en este caso, el paracaídas es un elemento que, para el 80 por ciento de los encuestados, resulta muy importante o vital.
En tanto, el 83 por ciento aseveró que el auto volador debe tener un mecanismo de despegue y aterrizaje de forma vertical.
La encuesta de la casa de estudios estadounidense es una respuesta casi inmediata al anuncio de la compañía holandesa PAL-V que anunció sus intenciones de entregar los modelos de su prototipo Liberty a fines del próximo año, luego de un proceso de preventa que ya está en desarrollo.
