El intento del keniata Eliud Kipchoge de romper este fin de semana la barrera de las dos horas para un maratón o los 42,195 kilómetros recibió una ayuda tecnológica no sólo de los artículos deportivos, sino que de un auto.
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Se trató del Tesla Modelo S, uno de los eléctricos de la compañía y que fue una especie de pace car para Kipchoge y los demás corredores que ayudaron en el intento. El Tesla se mantuvo delante del pelotón entregándole información de recorrido y marcando el ritmo constante de 21 kilómetros por hora que debía llevar el maratonista.
Además, el Tesla llevaba en su techo el reloj de recorrido y proyectaba en la pista un láser que indicaba la guía a la que debían acercarse los corredores.
El intento de Kipchoge, auspiciado por Nike, fue realizado en el circuito de Monza, en Italia. La elección del Modelo S no fue antojadiza: al ser eléctrico, no emite gases contaminantes que pudieran afectar la respiración de los corredores que venían detrás del vehículo.
Al final, Kipchoge se quedó a escasos 25 segundos de romper la barrera de las dos horas.