El domingo pasado será un día que Thomas, de seis años, no olvidará tan fácil. En apenas un par de horas, pasó del desconsolado llanto a la más radiante de las sonrisas y todo por culpa o gracias a Kimi Raikkonen y Ferrari.
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Thomas llegó desde Francia con su familia a ver en vivo el Gran Premio de España de Fórmula Uno en Barcelona. Vestido completamente con ropas de la Scuderia, esperaba que Sebastian Vettel o Raikkonen le dieran una alegría, pero todo partió con tragedia.
Esto debido al prematuro abandono de Kimi después de sufrir un toque con Valtteri Bottas, que originó después el choque con Max Verstappen. El Ferrari del finés se dañó en su suspensión delantera y debió dejar la carrera. El hecho motivó el llanto sin consuelo de Thomas, que fue capturado rápidamente por la transmisión.
Gracias a un trabajo con la emisora de la carrera, contactaron a Thomas y éste fue llevado (con su familia, claro) a los paddocks para ver desde adentro la F1. La pena cambió por alegría al ser recibido por gente de Ferrari.
Pero faltaba más, ya que el mismo Kimi Raikkonen salió a saludarlo ante el asombro de Thomas y su madre. Fotos, saludos y una gorra autografiada por el piloto fueron algunos de los regalos que recibio.
Además, el niño recorrió los diferentes equipos, donde fue fotografiado con otros competidores, como Jolyon Palmer y Romain Grosjean, entre otros. Además, estuvo entre el público que vio el podio y la premiación a Vettel por el segundo lugar de la carrera.
Todo el episodio de Thomas fue destacado por el mundo de la F1, no sólo por su contenido emotivo, sino que por el buen trabajo de acercamiento al público que los nuevos dueños del Circo, la estadounidense Liberty Media, está haciendo para reencantar a los fanáticos.
