Los vehículos autónomos están en auge y muchas compañías han presentado en este último tiempo diseños y prototipos para competir en un mercado que se ve cada vez más atractivo.
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La última jugada la hizo Bosch, que apuesta a las prestaciones por sobre el diseño de la máquina. En ese sentido, la firma alemana centra sus esfuerzos en convertir el auto en un asistente personal, con inteligencia artificial y conexión a la nube.
Estas novedades fueron presentadas en una conferencia de prensa en Alemania y se enmarcan en el estudio Connected Car Effect 2025. En ese evento, Bosch reveló que la idea es hacer este auto una extensión de la casa, entregando la posibilidad de realizar tareas domésticas desde el vehículo, tales como revisar si las puertas están cerradas.
La propuesta de auto de Bosch se centra en una interfaz hombre-máquina, que se irá haciendo cada vez más completa y detallada a medida que se use y se desarrolle. Con ella, se pretende entregar funcionalidades de satisfacción al conductor e, incluso, intervenir en caso de detectar comportamientos anómalos o violentos del chofer.
Hay aspectos de seguridad, también. Entre ellos, Bosch postula instalar una cámara que detecta, a través de sus ojos, el grado de fatiga del conductor; en caso de hallar muchas señales de cansancio, se emite una alarma.
Como habrá interacción con el teléfono, Bosch quiere la incorporación de controles gestuales para tareas como llamadas telefónicas, limitando lo más posible el uso de pantallas touch.